Ojalá te mueras increpó el niño y la madre murió. Aunque claro, eso no sucedería hasta varios años más tarde, porque todos, en algún momento de la vida, sentimos la obligación de morirnos.
Es cierto, cuando eres niño hablas sin el conocimiento exacto de las palabras, y cuando creces te das cuenta de que hay que tener cuidado con lo que deseas. Besos.
Hola Mercedes. ¡Un placer! la verdad es que sí, a veces la palabras pesan. Lo que no sabía el niño es que ya había proclamado un destino escrito de antemano. Tarde o temprano a todos nos llega la hora y por eso...¿por que no esperarla bailando? Un beso. Fumador.
Hola Isabel, culpable no, porque cuando la madre murió el ya sabia que no tenía la culpa, que era algo inevitable y que incluso él, algún día pasaría por ese trauma. La muerte, siempre tan traumática... Te remito a Mercedes ¡Qué el final del mundo nos pille bailando!
Un besazo enorme.
Pd. ¿a qué se debe el cambio de Look? estas muy guapa. Un beso. Fumador.
Jeje, di que sí Thornton, se la tenía muy bien merecido...jeje Me gusta mucho la frase. Con tu permiso me la apunto. Yo leí, una frase que ahora mismo no recuerdo el autor pero decía algo así como "El último segundo de vida, en el último aliento, es cuando el hombre alcanza su mayor nobleza" Era de un autor de la Grecia Clásica pero no consigo recordárlo. Un fuerte abrazo. Fumador.
No he leído a Irene Nemirovsky, me apunto el título Madison. La verdad es que un niño malvado da mucho más miedo que cien adultos macabros. Te atacan con la inocencia escondiendo dagas en sus miradas...¡Ojalá pudiera ser uno de ellos!
No hay que tenerle prisa a la muerte, con sólo disfrutar de cada día le estamos diciendo que no nos importa cuando venga. Un fuerte abrazo Madison. Fumador.
Fumador, si no has leido nada de esta autora e la recomiendo. No trades en hacerlo y cerás que maravillosamente bien escribía, estos día estoy leyendo (de ella también) El ardor de la sangre. Gran libro.
Hola Ramón, sí, la verdad es que puede pasar por microrelato o también puede servir de incipit en algún relato corto, no sé donde colocarlo...mejor que cada uno le de el uso que prefiera como si estuviéramos en un boufeet libre de esos que hay en los hoteles playeros. Jeje.
No te asustes amigo, el niño al final se hizo un gran hombre y todos los domingos lleva flores a su madre. Un fuerte abrazo. Fumador
Madison, ahora estoy muy liado con los exámenes y casi no tengo tiempo para leer. Leo muy poco. Pero me apunto el título y en cuanto termine me lanzo de cabeza a sus libros. Muchas gracias por esta reconmendación y por todas las que has ido haciendo en tu blog, por enriquecer la lectura. Un fuerte abrazo. Fumador.
A veces las palbras hacen más daño que los propios actos. Somos esclavos de ellas. Muchas gracias por tus amables palabras Jorge. A mi me encanta tenerte por aquí, por estos rincones cibernéticos. Un fuerte abrazo amigo. Fumador.
Es cierto, cuando eres niño hablas sin el conocimiento exacto de las palabras, y cuando creces te das cuenta de que hay que tener cuidado con lo que deseas.
ResponderEliminarBesos.
¿Acaso se siente culpable la criatura?
ResponderEliminarHola Mercedes. ¡Un placer! la verdad es que sí, a veces la palabras pesan. Lo que no sabía el niño es que ya había proclamado un destino escrito de antemano. Tarde o temprano a todos nos llega la hora y por eso...¿por que no esperarla bailando?
ResponderEliminarUn beso.
Fumador.
Hola Isabel, culpable no, porque cuando la madre murió el ya sabia que no tenía la culpa, que era algo inevitable y que incluso él, algún día pasaría por ese trauma. La muerte, siempre tan traumática... Te remito a Mercedes ¡Qué el final del mundo nos pille bailando!
ResponderEliminarUn besazo enorme.
Pd. ¿a qué se debe el cambio de Look? estas muy guapa.
Un beso.
Fumador.
Sí, que nos pille bailando, porque la muerte se invita sola.
ResponderEliminarGracias, Fumador, por el ánimo. Me cansé, estaba harta de pelo y me lo rapé a lo chico.
Si la madre es la que le ha castigado con ese capirote, bien muerta está.
ResponderEliminar"Hasta cinco minutos antes de morir somos inmortales" W.A.
Un poco macabro el niño, no se por qué he recordado el libro titulado El Baile, de Irene Némirovsky.También ahí sale una niña que vaya tela.
ResponderEliminarYo no tengo ninguna prisa de encontrarme con la muerte. Así que paso de ella.
Un abrazo Fumador
Isabel, gracias a tí por tus palabras y por llenar de vida estas páginas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jeje, di que sí Thornton, se la tenía muy bien merecido...jeje
ResponderEliminarMe gusta mucho la frase. Con tu permiso me la apunto. Yo leí, una frase que ahora mismo no recuerdo el autor pero decía algo así como "El último segundo de vida, en el último aliento, es cuando el hombre alcanza su mayor nobleza" Era de un autor de la Grecia Clásica pero no consigo recordárlo.
Un fuerte abrazo.
Fumador.
No he leído a Irene Nemirovsky, me apunto el título Madison. La verdad es que un niño malvado da mucho más miedo que cien adultos macabros. Te atacan con la inocencia escondiendo dagas en sus miradas...¡Ojalá pudiera ser uno de ellos!
ResponderEliminarNo hay que tenerle prisa a la muerte, con sólo disfrutar de cada día le estamos diciendo que no nos importa cuando venga.
Un fuerte abrazo Madison.
Fumador.
Qué susto. Esto es un microrelato, género cuasi-nuevo muy posmoderno. Un abrazo, fumador.
ResponderEliminarFumador, si no has leido nada de esta autora e la recomiendo. No trades en hacerlo y cerás que maravillosamente bien escribía, estos día estoy leyendo (de ella también) El ardor de la sangre.
ResponderEliminarGran libro.
Hola Ramón, sí, la verdad es que puede pasar por microrelato o también puede servir de incipit en algún relato corto, no sé donde colocarlo...mejor que cada uno le de el uso que prefiera como si estuviéramos en un boufeet libre de esos que hay en los hoteles playeros. Jeje.
ResponderEliminarNo te asustes amigo, el niño al final se hizo un gran hombre y todos los domingos lleva flores a su madre.
Un fuerte abrazo.
Fumador
Madison, ahora estoy muy liado con los exámenes y casi no tengo tiempo para leer. Leo muy poco. Pero me apunto el título y en cuanto termine me lanzo de cabeza a sus libros.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta reconmendación y por todas las que has ido haciendo en tu blog, por enriquecer la lectura.
Un fuerte abrazo.
Fumador.
Hablar y después pensar... he aquí uno de los peores problemas del ser humano. Me encanta leerte, amigo mío.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
A veces las palbras hacen más daño que los propios actos. Somos esclavos de ellas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus amables palabras Jorge. A mi me encanta tenerte por aquí, por estos rincones cibernéticos.
Un fuerte abrazo amigo.
Fumador.