martes, 30 de marzo de 2010

ya soy ciudadano del mundo


Fue ayer, sí, solo hace un día que soy ciudadano de pleno derecho. Tengo mi fotografía, mi dirección y los papeles en regla. Ya puedo salir a la calle con la frente alta y mirar a todo el mundo a la cara. Antes, antes todo era distinto. Me ocultaba de las miradas, rehuía los comentarios; pero todo esto forma parte del pasado.


Os cuento. Llegué casi a la una y media. No había nadie esperando, solo ella detrás de la mesa. Me apuntó con sus pestañas y con sus gafas rojas. Me miró como se mira a un desheredado de la sociedad y me dijo: “Creo que es el momento”. Yo me puse rojo. Sabía que algo importante iba a pasar. La excitación se repartió por mi cuerpo a partes iguales: un poco por las orejas (rojas, por supuesto), las manos comenzaron a temblar, un hormigueo me bajó de la barriga al ombligo y un poco más abajo; y me tuve que sentar para no hacer el ridículo. Ella parecía controlar la situación. “¿Es tu primera vez, verdad?” Asentí con alguna parte de mi cuerpo, pero mi cabeza permanecía quieta. Ella sonrió. “Hoy es mi cumpleaños y no me gustaría salir tarde”. Algo tuvo que pasar entre aquellas palabras y el momento en que ella volvió la pantalla del ordenador. ¿Eh? Yo soy así de expresivo cuando quiero, otras veces hablo sin parar; pero hay ocasiones en las que las palabras sobran. Ya sabéis, hay ocasiones en que digas lo que digas al final la vas a cagar y entonces no decir nada es una ventaja. Allí estaba yo, como un pasmarote, como un desheredado, como un gilipollas con todas las letras. Allí, mirando la pantalla del ordenador y diciendo que sí, no me pregunteis a qué, yo solo asentía.


Bueno, y ahora comienza a darme tus datos. Es una formalidad. Papeleo rutinario” Y yo le dije que mi padre tenía un diente picado, que las tierras las teníamos labradas pero no habíamos cavado los cornijales. También le dije que la hipoteca me estaba comiendo las uñas de los pies. Le di mi nombre, la dirección, el nombre de mi tapa preferida y por supuesto le di la marca del licor café que me gusta: el del Tatín. “Hala, ya hay bastante” Ya me había desnudado, le había dicho todo y ella volvió la pantalla del ordenador hacía su silla. “Se acabó. Ahora a lo nuestro” Y fue entonces cuando me sentí cambiado. Había perdido la virginidad, la decencia y hasta una moneda de diez céntimos que llevaba en el bolsillo. Perdí la dirección de correo y las ganas de levantarme de la silla. Me perdí en aquella experiencia mística.


Ahora, que camino con la frente alta y miro a la gente a la cara no puedo dejar de acordarme de ella. Que sí, que ella existe y esto no fue un sueño. Ella fue la que me empujó al pecado, al dolor de esperar una respuesta, al placer de un “me gusta esto” o a que fulanico quiera ser amigo tuyo. Fue ayer. Un día hace que perdí la virginidad. Ya tengo feisbuk.

martes, 23 de marzo de 2010

Nuevo número de Manifiesto Azul

Escribo para anuciar que el próximo jueves 25 de marzo la asociación de Murcia "Colectivo Iletrados" va a presentar el noveno número del fanzine "Manifiesto azul". Desde hace un tiempo Colectivo Iletrados viene desarrollando una labor cultural bastante interesante en Murcia y en San Javier. Desde culturajos os invitamos a que visitéis su blog y os animamos a que acudáis a la presentación del nuevo número.

Pinchando aquí se os abrirá el blog de la asociación donde encontrareís toda la información sobre la presentación así como la posibilidad de descargar de forma gratuita el fanzine.


Un saludo a todos.

lunes, 22 de marzo de 2010

en librosylibretas



Hace días que no lo comentaba. Hemos vuelto con los libros, con comentarios sobre ellos y los hemos dejado en la estantería de libros y libretas. Os dejo aquí el link para que los leáis, si os apetece.


El primero es de Doménico Chiappe, sí, sé que ya hablé de él y de su Entrevista, pero es una obra que me ha creado mucha inquietud. http://www.librosylibretas.com/entrevista-a-mailer-daemon-la-fabrica-editorial-2007-o-la-importancia-de-un-titulo-segunda-parte/



El segundo es una revisión del renacimiento, el reinicio, en la obra Lanzarote de Houllebecq http://www.librosylibretas.com/michel-houellebecq-lanzarote/



El tercero es un texto casi telegráfico sobre Atractores extraños de Javier Moreno. Esta obra traerá, espero, algún comentario más porque me está dejando con las puertas abiertas. Tiene tanta información encerrada que a cada lectura parece una nueva obra. http://www.librosylibretas.com/javier-moreno-atractores-extranos/

jueves, 18 de marzo de 2010

¿Dónde está Barcelona?

Yo, Valeriano Retuerto, visitante de Barcelona durante el mes de febrero del año 2010


MANIFIESTO QUE


Habiendo dirigido mis pasos a la ciudad del Modernismo, a la ciudad de la luz mediterránea y a la capital de Cataluña, he encontrado otra ciudad.


El Modernismo existe en la ciudad, pero disperso, confuso, mezclado con barrios, casas bajas, zonas industriales y puertos de mar. El Modernismo estaba allí como sembrado en mala tierra, con espigas separadas por las piedras. Yo fui buscando una ciudad modernista y descubrí pinceladas en una ciudad demasiado grande.


La luz del Mediterráneo. Ese sol incombustible que aparece todos los días para hacer brillar las escamas de los dragones no estaba. Era otro el sol, uno pequeño y gris, detrás de las nubes y la lluvia. Varios días creí verlo y se marchó riendo.


Cataluña. ¿Es Barcelona representativa de Calatuña?


Por esto mismo,


SOLICITO


Que las ciudades sean como las quiere el viajero: una para cada uno, con sus juicios y sus prejuicios.

Que cuando monten las ciudades por las mañanas, pregunten qué quiere el visitante ver.

Que hagan “pueblos españoles” en todos los países.

Que no se olviden de encender el sol.

Que construyan rompenubes, para ver el estallido del agua así en el cielo como en el mar.

Que instalen toldos transparentes para evitar que la lluvia llegue al suelo.

Que me devuelvan mi sueño.

Que no me quiten la nueva ciudad que he descubierto.



A/a de quien corresponda, al concejal de nubes e inclemencias climatológicas, al concejal de urbanismo y celestismo, al documentalista y a vosotros, hermanos.

viernes, 12 de marzo de 2010

Cuando éramos reyes (Homenaje a Quique González)

La siguiente entrada ha sido escrita por el "Potro de la venta el pino" Para nosotros es un honor contar con su colaboración.

Mientras la espuma de una cerveza se derrama por mi garganta, los primeros rayos de sol comienzan a azotar nuestras retinas. La cima de las Atalayas se convierte en un fuerte en el que cuatro viejas gloria, aprovechando el alcohol y la compañía, intentamos recordar tiempos mejores en que aun éramos reyes. Una imagen en treinta y cinco milímetros se plasma en nuestra mente. Nos vemos con nuestro primer amor, incapaces de reconocer que no sería el último. Nos observamos magullados, con ojos morados y manos rotas, tras un intercambio de opiniones con un final abrupto. Aparecemos apoyados en la barra de algún bar mientras los camareros amablemente nos invitan a abandonar el local. Riendo, llorando, enfadados, alegres, borrachos,… pero siempre juntos, afrontando nuestras guerras con la juventud como arma y la amistad como escudo.



Los recordamos a todos, en especial a aquellos que ya no están y nunca debieron irse… El silencio se hace presente, pues es triste comprender que Peter Pan no volverá. Pero la vida sigue y la cerveza se acaba, señal inequívoca de final de fiesta. Levantamos el campamento entre risas, que con su calor nos ayuda a afrontar el frío otoñal, mientras que la resaca, invitada de ultima hora, nos recuerda que casi no nos quedan fuerzas. Pasos torpes nos conducen a las puertas de un “Dyane 6”, que con su sonido característico nos anima a ocupar sus asientos. Recorremos el camino de vuelta a casa dejándolo todo bien sellado en la cima de aquella montaña, mientras dentro del vehículo, mirándonos, no puedo parar de pensar que, aunque con menos pelo, más años y al borde de la obesidad, siempre fuimos, somos y seremos reyes.

martes, 9 de marzo de 2010

Fumador al desnudo


El Fumador ha escuchado ruido en las escaleras. Asomándose por la mirilla ha visto a una joven que iba de piso en piso vendiendo algún tipo de revista. ¿Qué hacer? Podría simular que no está en casa, hacer como que el piso está deshabitado y ahorrarse soportar cualquier estrategia de marketing y terminar comprando algo que nunca ha deseado. Lo piensa por un momento. Por alguna extraña razón se le pasa por la cabeza la idea de desnudarse. Abrir la puerta completamente desnudo para recibir aquella vendedora cosmopolita. Sería una situación extraña. Ella en la puerta esperando, hasta que el Fumador abre, completamente desnudo. Ella haciendo un gran gesto con los ojos, el Fumador desnudo ante ella. Dada su experiencia como vendedora, que el Fumador ha supuesto que tendría, seguramente en un gesto rápido se mostraría seria y comenzaría con aquel discurso ortopédico, un discurso ensayado para vender revistas. Aunque el Fumador piensa que en algún momento de la conversación, presa de la curiosidad o tal vez sólo por un gesto espontáneo, ella agacharía la mirada para apuntar directamente a su entrepierna. Sería algo efímero, lo suficiente para comprobar que mocedades se ocultan en las bajezas del fumador. Algo que, en situaciones normales, permanecería oculto en los misterios del calzón. El Fumador ha seguido imaginando. Ahora se ha imaginado a ella también desnuda, con la melena rubia, con el rimero de revistas bajo el brazo. ¿Sería aquello marketing? Se ha imaginado a los dos hablando en el rellano de la puerta desnudos, hablando con naturalidad. Incluso se atreve a pensar que si ella fuera desnuda, el Fumador le compraría una revista y no sólo eso, se atrevería a bajar a la calle desnudo, con ella, con todo el mundo desnudo. La imaginación del fumador se ha desatado e imagina un mundo completamente en pelotas. Sin trajes, sin etiquetas, todos desnudos. Entonces ha recordado un relato que leyó hace tiempo en el que una extraña niebla se adueñaba de la ciudad y los habitantes, presas de la ceguera, acaban desnudándose y haciendo el amor los unos con los otros en una gran orgía en la que se había vuelto la ciudad. El Fumador recuerda aquella historia y el curioso final, ya que cuando un día la niebla desaparece, los habitantes, extasiados por tanto placer, deciden arrancarse los ojos para poder seguir disfrutando de la desnudez, de los cuerpos extraños.
El Fumador lo ha decidido, va a desnudarse. Lanza por los aires la camisa, los pantalones, calcetines y calzoncillos y completamente desnudo abre la puerta. Pero ya no hay nadie. Tal vez estaba tan ocupado imaginando su mundo que ha sido incapaz de escuchar el timbre, o tal vez, solamente tal vez, ella ha decidió no llamar, por si al hacerlo se encontraba, al otro lado de la puerta, un hombre desnudo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Crucigramas


Me pregunto hasta dónde llega el abismo de las letras. ¿Nos atrapa literalmente? ¿Qué hacías hablando de libros a las dos de la mañana? Después me marché a casa buscando personajes por las calles. La lluvia era real. Las salpicaduras de barro. El olor a orina de la parada del autobús.


Llegué a casa e hice una lista de escritores atrapados. Ocupaba casi tres páginas cuando decidí acostarme. La lluvia golpeaba en los cristales. Mi respiración calentaba el hueco entre las sábanas.


A la mañana siguiente hice caso a Miguel Ángel, anoté mi sueño en una libreta verde. Había un infierno de letras, de palabras ardientes. Algunas personas hacían malabares con ellas y otros sólo observaban, esperando ideas para ordenar las palabras. Cerré la libreta, tomé un café e hice un crucigrama.

Enrique Vila-Matas. Suicidios ejemplares


En la página de librosylibretas hemos dejado el libro de Vila-Matas esperando vuestra lectura. Esperamos que disfruteis de cada uno de sus suicidios.

Si os apetece leer esta reseña, está en la dirección: http://www.librosylibretas.com/enrique-vila-matas-suicidios-ejemplares/

miércoles, 3 de marzo de 2010

En espiral


Conozco a un escritor que está escribiendo una novela. Esto no es algo original, ya lo sé. ¿Cuántas novelas se ocultan en los escritorios? Prefiero no responder a esta pregunta. Este conocido pretende narrar la historia de un escritor y su relación con la literatura. Algo aún menos original si cabe. Pero lo peor no es esto, lo peor es que quiere que lea su manuscrito, el primer borrador, antes de hacer ninguna corrección. Me da miedo enfrentarme a ese montón de folios. No quiero luchar contra una espiral negra que ensarta autores noveles que cuentan historias sobre escritores y los libros.

Hace pocos días hice una lista de novelas que trataban este tema. Cansado, tras haber pasado la tercera página en la que anotaba obra y autor, cerré el bloc de notas y me fui a dormir. A la mañana siguiente me llamaron del trabajo, habían encontrado a un hombre atado de pies y manos en la cocina de su casa. El cabo me informó de que el cadáver no presentaba signos de violencia física, sólo tenía la boca llena de folios escritos. Por el suelo de la cocina se esparcían los restos de lo que parecía una novela. El escenario no presentaba más rasgos destacables. Mientras pensaba en el hijo de puta que podía haber hecho eso me senté en la cama. Al ponerme los pantalones un objeto extraño se me clavo en el muslo. Era un objeto negro, en espiral, de los que ensartan a los escritores que sólo saben escribir sobre libros.