viernes, 19 de febrero de 2010

¿Ha existido alguna vez el Fumador?

La fiesta terminó y todos se marcharon a casa. Fumador no tiene sueño, el champán le ha desvelado y le dice a Gatsby que prefiere quedarse un rato más en el salón. Este asiente con la cabeza y se marcha embutido en una bata color franela. Fumador está en una de esas fases en las que duda de su existencia. ¿Realmente existe o todo es una ilusión que alimenta su vida? Irremediablemente recuerda su época de estudiante de Hispánicas, recuerda a un autor francés: Jean-Paul Sartre. Este se preguntaba ¿qué es escribir? ¿Para quién escribir? Y sobre todo ¿Por qué escribir? En este punto, después de varias cavilaciones filosóficas sobre el existencialismo, Sartre llega a la conclusión de que los principales motivos de la creación artística es la necesidad de hacernos sentir esenciales en relación al mundo.



Al Fumador se le quedaron esas palabras grabadas en la mente. “Esencial en el mundo” ¿qué es esencial? ¿Qué es el mundo?
Fumador saca su libreta azul donde antes había apuntado los consejos de Hemingway y de Miller y apunta: “Escribo para conocerme a mi mismo” detiene en seco la escritura y piensa el lo abstracto de aquellas palabras: “Conocerse a si mismo” necesita escribir para conocerse a si mismo, acudir a un mundo ficticio para entender el mundo real. ¿No es acaso la realidad pura fantasía entonces? ¿no estará la verdad en todo lo que no consideramos real?
El fumador mira a su alrededor y se ve embargado de una irrealidad suprema. Enciende un cigarrillo y piensa si no será todo un sueño, si en realidad nunca vinieron a perseguirle y no prendió fuego a su piso. Recordó a Poncho, a sus libros, a la lluvia de su apartamento, la pollería Junterones, el sonido de las campanillas de ascensor. Y a Fumadora. El Fumador ya casi nunca se acuerda de la Fumadora. De la forma tan trágica que tuvo de marcharse. De las noches de filmoteca, de los besos con sabor a café y domingos de lluvia.
Poniéndose en pie, se coloca la chaqueta y sale a la calle. El alba comenzaba a despuntar y encendiéndose otro cigarro se pone en marcha de nuevo hacia la calle Junterones, hacia los orígenes de lo real, mientras se pregunta ¿Por qué leer? ¿Por qué escribir? Y lo más importante ¿Por qué vivir?

16 comentarios:

  1. Ya que estás en Italia, canta por Bocelli: Vivo por ella...
    Salu2 existenciales

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  2. Querido Fumador, ¿de verdad crees que quienes escribimos somos esenciales y que por el hecho de escribir nos vamos a conocer mejor?
    Bienvenido a la verdadera existencia, amigo mío. Así son las cosas. Por desgracia, claro. O por fortuna, a saber.

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  3. Hola Dyhego, gracias por tus palabras pero el Fumador nuna ha estado en Italia. Es su compañero de piso, el gran Quisque, quién se marchó hace tiempo a Bolonia. El fumador esta ahora mismo en una senda tan real como no real y solo quiere volver a su casa, a la realidad.
    Un abrazo
    Fumador

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  4. Mi querida Isabel, el Fumador no cree eso que dice Sartre, por eso quiere huir de la casa de Gatsby, porque se ha dado cuenta de que hasta ahora no ha hecho más que vivir en un mundo ficticio, tan ficticio como es el mundo de la literatura. El Fumador quiere volver a la pura realidad donde están sus recuedos, donde verdaderamente está la vida y lo quiere hacer sin recurrir a la irrealidad.

    En cuanto a lo de sentirnos esenciales creo que no me has entendido. Yo no digo que el hecho de escribir nos convierta en seres esenciales en este mundo, ni muchísimo menos. No soy de esos que se piensan que por el hecho de escribir los escritores son gente semidivina, "especiales"
    Los escritores son (digo son porque yo no soy escritor, digamos que me considero aprendiz) gente normal, con la única diferencia que un día se dieron cuenta de que tienen algo que decir. Ahí es donde está la esenciabilidad, en lo que tienes que decir y lo expresas escribiendo, sintiendo que alguién te va a escuchar y por tanto eres parte del mundo.
    Eso es lo que el fumador siente ahora.

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  5. Me parece una decisión muy acertada, volver a tu realidad, a tu mundo real, a tus recuerdos, "filmoteca y domingos de lluvia". Que le den por saco a Gatsby y a sus amigos. A por tus amigos, a por tu fumadora... ¡A Junterones!
    Un abrazo.

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  6. Leemos para encontrar la verdad, escribimos a nuestros pesar, y vivimos porque es la única oportunidad que conocemos de encontrar la verdad.
    Un abrazo.

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  7. Mamma mía, que me estoy liando.
    Esta tarde he bajado a Murcia y he atravesado por Junterones y he mirado en la pollería, en el Bodegón Murciano y en el Ana Kebab.
    No he visto a ningún fumador...Salu2

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  8. Sí Thornton, como dices: "¡Qué le den por saco a Gatsby!" ahora el fumador sólo quiere realidades, el calor de alguién conocido, cerveza y muchas risas.
    Y claro, seguirá escribiendo, pero ahora en Junterones.
    Un fuerte abrazo.
    Fumador

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  9. Me gusta tu comentario Mercedes, sobre todo eso de "Escribimos a nuestro pesar" a veces es un pesar muy placentero, pero otras... De todas formas es algo de lo que no debemos arrepentirnos porque escribir también salva, y mucho.
    Un fuerte abrazo Mercedes.
    Fumador.

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  10. ¡Maldita sea Dyhego! yo vivo justo encima del Kebab y esta tarde no me has pillado en Junterones, tardaré un día en llegar. La proxima vez que vayas a pasar avísame y entonces sí que te pago esa cerveza que te debo desde hace tiempo.
    Un abrazo
    Fumador

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  11. Me has sacado una lágrima por cada frase, amigo. Gracias por estas emociones. Y qué gran texto de Sartre me acabas de recordar. Muy hermoso todo, amigo. Sigue así. Nos veremos en la vereda de la puerta de atrás: allá donde podamos hablar de tantas, tantas cosas y en tan poco tiempo.

    Un fuerte abrazo, camarada.

    Jorge Andreu

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  12. Querido amigo Fumador; se me ocurren algunas cosas por las cuales vivir. Ya que estamos puestos... Pero a la vez unas cuantas para no vivir... Quédate con la parte llena de la botella. Un abrazo. Que sé más cosas tuyas desde que me tuteo con Quisque por las calles de esta Barcelona lluviosa. Un gran abrazo.

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  13. Muchas gracias Jorge por tus palabras, y por esas emociones que compartes conmigo. A mi, una de las cosas que más me impresionó de Sartre fue el que le concedieron el premio nobel de literatura y escribió una carta a la organización rechazándolo.
    Nos veremos en esa vereda, la vereda del tiempo que siempre está corriendo.
    Un fuerte abrazo, camarada.
    Fumador

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  14. Amigo Ramon, ahora el fumador busca botellas llenas de razones por las que seguir viviendo. El sol comienza a despuntar y Junterones es ya una realidad. Camina sobre sus pasos, confundiendo el latir del corazón con el sonido de sus zapatos. Hoy va a ser un gran día.

    Algo también me ha contado de ti el gran Quisque, que envidia pasé cuando supe de vuestro encuentro. Envidia sana, claro está.
    Un fuertísimo abrazo
    Fumador

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  15. Y eso de no llegar a escribir ¿podría significar algo? Marie-Ange

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