Cuando los tranvías te visiten de noche
dirás que todo fue mentira, mientras bebes
esa luz que muere en la mirada.
Y recordarás los viejos libros

donde guardabas rojas amapolas
entre sus páginas de primavera,
y no quedará nada,
sólo un polvo violeta
manchando de melancolía sus páginas.
Porque el tiempo,
no conoce más pausa que la muerte.
Y acabó con éste:
Cuando los tranvías te visiten
dirás que todo fue mentira,
mientras bebes esa luz
que muere en la mirada.
Y recordarás los libros
donde guardabas amapolas
entre páginas de primavera,
y no quedará nada,
sólo un polvo violeta
manchado de melancolía.
Porque el tiempo,
no conoce más pausa que la muerte.
Sois tremendos y más en coalición. Me mataréis de la alegría de leeros, juntos o por separado.
ResponderEliminar¡Viva la lírica!
Se lo he dicho a Antonio y te lo digo a ti: el poema es precioso, también en esta nueva versión, quizá más depurada. Me gusta mucho la imagen del "polvo violeta manchado de melancolía".
Un beso grande, querido amigo.
Isabel, Antonio es un grande y lo mejor de todo es que está creciendo por momentos. En sus palabras estos poemas son distintos, como unas habas con jamón o un plato de jamón con habas. Ahora que cada uno ponga nombre a su plato.
ResponderEliminarMe alegra leerte por aquí.
Un abrazo y salud.
"Porque el tiempo,
ResponderEliminarno conoce más pausa que la muerte"
Me encanta.
Un abrazo
Manuel, este Perita cuando se pone en poeta no hay forma de pararlo. Es un artisto autoincomprendido
ResponderEliminarSalud