Fue en el bar Salazar de Mula, apoyado en la barra y junto a una cerveza, donde Paco Ros me habló de su tocayo Francisco Umbral. Allí me abrió la puerta de su obra. Y es que no dejaré de reconocer mis grandes vacíos literarios. Apoyado en la barra me habló de Umbral y de su estilo. Quedé sorprendido, porque Ros es así, transmite una pasión por la belleza deslumbrante.
Hace unos días, en la librería París Valencia, encontré una biografía del mismo escritor vallisoletano y por su módico precio, no llegaba a tres euros, decidí llevármela y conocer algo más sobre la vida Umbral. Ya había leído varios libros de él y me había sorprendido. Me dejaba extrañado ante sus reflexiones y pensé que aquel libro me podría abrir los ojos sobre Mortal y Rosa, entre otros. Leí la biografía de Anna Caballé y inmerso en él, descubrí la novela de la vida de Umbral. Lo aconsejo. Si alguien quiere y puede, que conozca la trayectoria vital e infantil de Francisco Pérez Martínez: el hombre que quiso ser escritor.
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