Reconozco mi ignorancia, aunque muchos se empeñen en reducirla, como es el caso de Javier Moreno. Debo confesar que no conocía a Mario Cuenca, que su nombre me sonaba como otro escritor joven más, y que hoy, mientras esperaba a que el horno transformase un trozo de salmón, me he decidido a leer algo suyo y cómo lo he disfrutado. Me he reído, me he asustado un poco, me he vuelto a reír, y al final he terminado el relato con gran satisfacción, con intención y necesidad de iniciar otro. Esto, reconozco que no es algo habitual en la lectura de relatos, al menos en la mía.
He terminado de leer un relato apocalíptico basado en un videojuego sencillo, como el Pang, como la vida misma. Lo he encontrado en la página de Literaturas.com, en una recopilación de “30 cuentistas sudamericanos” que ha realizado Claudia Apablaza y aquí os dejo el enlace.
Me ha gustado de Mario Cuenca su frescura, la narración cómoda y esa forma de huir de los dantescos mitos culturales para referirse a un Apocalipsis actual. Me ha encantado dejar atrás las lenguas de fuego y las trompetas para dar paso a las esferas de colores y sus rebotes. Me ha gustado ser parte de esta cultura de veinticinco pesetas, en la sala de juegos de mi pueblo, en la que acababan de quitar las mesas de pimpón para hacer sitio a los comecocos, al Street Fighter o al Tetris. Ay, la vida como un Pang o como un Tetris.
Yo voy a buscar más de este Mario Cuenca. Ahora me meteré en su blog, a ver qué encuentro por ahí.
Pues habrá que leer a Mario Cuenca. Lo visitaré.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos.
Creo que va a ser una agradable y amena lectura para estos días de verano... :-)
ResponderEliminarGracias por el enlace.
Saludos.
Mercedes, yo acabo de conocerlo. Parece que Cuenca toca todos los palos literarios. He encontrado algun microrrelato, relatos, poesía y ha publicado novela. No sé cómo andará, pero lo que he leído me ha parecido interesante.
ResponderEliminarSalud
Perich
Marisa, yo para el verano me decanto por los cuentos/relatos/narraciones cortas... como quieran llamarlo. Además no tengo ningún criterio: de Cuenca pasé a Ayala. Qué mas da el orden ni el concierto, si el orden es dictadura y el concierto insulso.
ResponderEliminarSalud.
Perich
Perdona, llegué por accidente, estaba hablando con mi amiga cuando un mosquito se ha parado en la pantalla del móvil, echaré un vistazo al blog, [el mosquito ha muerto, lo he chafado]
ResponderEliminarEsto va ocurriendo por meternos en el laberinto interminable de la búsqueda azarosa de lo que cuentas, a ver que cae, obsesión sin límites de leerlo o conseguirlo.
ResponderEliminar