
miércoles, 23 de marzo de 2011
Debajo del mar, debajo del mar....

martes, 15 de marzo de 2011
EL BIBLIORFANATO: ARTO PAASILINNA


El libro de Paasilinna me atrajo de una manera extraña. Extravagante, surrealista, narraba la experiencia de un grupo de suicidas que decide reunirse para llevar a cabo su acción final. Allí se inicia su tránsito por Finlandia, montados en un autobús y buscando el lugar preciso y el método adecuado para acabar con sus vidas. El autor nacía para mí con la muerte, con la intención suicida bajo el brazo. Después de aquello, Paasilinna desapareció. Para mi era un autor suicida.
Cuatro años después, en un hogar de acogida, donde van los autores que ocupan demasiado espacio, me volví a encontrar con él. Esta vez ya no podía nacer. Coño, cómo va a nacer dos veces. Así que pongamos que resurgió en un espacio plano, vertical y de lomo. Había cientos de escritores que, avergonzados por su presencia en un hogar de acogida, daban la espalda a los rescatadores. Entiendo esta posición porque no todos los padres de acogida buscan un niño bello, alto, fuerte e inteligente; no, algunos quieren cinco quilos de niño, otros piden que los niños en conjunto sean bonitos y de colores agradables, otros, en fin, los compran por metros. Dame dos metros y medio de niños que me he comprado una estantería nueva. Bueno, esa es la vida en un bibliorfanato.
En El rastrell, multiorfanato de libros, lámparas, zapatos y camisas, estaba de nuevo Arto Paasilinna. De espalda al mundo y con El bosque de los zorros bajo el brazo. Me lo llevé a casa. Reconozco que estos niños son poco molestos y también se vinieron algunos de sus compañeros: Phillip Roth, Banana Yoshimoto, Kazuo Ishiguro y John Fante. Hoy todos duermen en mi cementerio de libros, a la espera de la mano divina, la mía o la tuya, que les de vida.
El bosque de los zorros es una obra muy interesante. De humor negro. De personajes complejamente humanos. De búsqueda y de soledad. Yo diría que Paasilinna está enamorado de la soledad, de los páramos finlandeses y de las personas al límite. Oiva Juntunen, un ladrón profesional; Sulo Remes, un militar en excedencia, y Naska Mosnikoff, una anciana que se niega a ir al asilo, convivirán en una cabaña aislada en la que irán apareciendo personajes variopintos. Una obra de humor muy seria en la que todo es posible.
Y ahora que Paasilinna da sus últimas bocanadas de aire fuera de mi cementerio de libros, aprovecho para escribir: si eres una persona, ten cuidado, esto es una trampa para lectores.
lunes, 14 de marzo de 2011
Más noticias de los "200 gramos de literatura"
CRÍTICAS LITERARIAS - PEDRO Gª MARTÍNEZ, ANTONIO PÉREZ ABRIL

Dos amigos no se unen para hacer literatura por casualidad, dos escritores publican juntos cuando compart6en la forma de mirar el mundo, cuando beben de los relatos hispanoamericanos, del cine, de Poe, de una fantasía común capaz de crear un universo íntimo y propio. Eso han hecho Pedro García Martínez y Antonio Pérez Abril con estos gramos que enseguida se vuelven kilos de calidad en relatos como ‘Quince segundos’ o ‘Make my day’, relatos que nos zarandean y nos agarran del cuello para no soltarnos más que en el punto final.
‘200 gramos de literatura’. Pedro García Martínez, Antonio Pérez Abril.
Editorial: Culturajos. Murcia, 2010. 156 páginas.
Antonio Parra Sanz es escritor y crítico en el suplemento Ababol de La Verdad de Murcia. Ha escrito libros de relatos como El sueño de Tántalo, en novela publico Ojos de Fuego y en crítica de cine el libro La linterna mágica.
viernes, 4 de marzo de 2011
La sed mortal
