Alguien ha inventado una carta en blanco que llega tarde o nunca. Alguien ha inventado el amarillo de los buzones y la nada de los correos electrónicos. Ha inventado el dolor de la espera que se marca en cada paso, a la espera del siguiente. La desesperación por no poder ir un paso más allá. Alguien ha inventado la necesidad de inventar para vivir lo que no llega. Alguien inventó la narración para engañar y engañarse, para salvarse de lo no vivido, y decirse lo que nunca va a escuchar. Alguien inventó a Alguien que inventaba para no saberse solo en el mundo. Para no desesperar ante el siguiente paso
Siempre es bueno escribir.
ResponderEliminarUn saludo.
Y leer a los que saben hacerlo
ResponderEliminarGracias infinitas. Hay días en los que palabras como las vuestras ayudan a levantar cabeza. Dyhego, un placer recibirte.
ResponderEliminarRubén, un honor que leas estas entradas y aún más que sean de tu gusto.
Voy a mirar mi nueva sonrisa.
Saludos de Quisque
!Ay Quisque!
ResponderEliminarLa mente por inventar, inventa hasta que te duele el corazón. La inventiba aplicada al arte del subterfugio y el escape es un arte que saben apreciar y, más importante, usar.
Quizá esa nueva sonrisa que te has inventado te acompañe hacia Italia, lo importante esque vuelvas con ella. !No inventes que la has perdido!
Saludos venenosos
Ves, ahora me he inventado que me he equivocado...
ResponderEliminar... y el escape es un arte que pocos saben...
Así mejor. Inventa que no he errado :)
Goonie. Primero habrá que pensar en volver o no. Mucho antes de lo primero tendré que disfrutar del viaje, hasta ahora sólo he comenzado la huída.
ResponderEliminarInventemos que estamos vivos, que nos gusta abrir caminos, conocer paisajes, vivir, en definitiva.
Salud hermano
Probablemente cuando acabe estos primeros exámenes, me invente un camíno de Santiago. Dicen que es una huída MUY recomendable.
ResponderEliminarTambién me gusta toda la pseudoparafernália místico-folclórica que representa :)
¿Te cabe el corazón en la maleta? Yo suelo dejarlo fuera de mi lista siempre.
Soy incapaz de viajar sin corazón. Me sentiría vacío sin él. Su rumor me adormece y su percutir me anima. La maleta va con corazón, libros y una muda limpia para el alma. Junto al cargador de teléfono también pongo una foto de la infancia.
ResponderEliminarSobre el Camino de Santiago, sólo decirte que adelante. Caminar. Huir. Pensar. Evitar que la vida se nos pegue a los pies como asfalto caliente. Pasar sobre ella, notandola, pero sin que nos frene. Vivir.
Un saludo de quisque