martes, 8 de septiembre de 2009

Quiero dejar el trabajo: primer intento.

La pregunta ha sido lanzada esta mañana por un compañero de trabajo. ¿Qué harías si te tocara la primitiva? Si hicieran un ranking de preguntas típicas creo que esa encabezaría las listas junto con ¿Me quieres? O ¿Se puede fumar? El caso es que a pesar de haberla respondido varias veces siempre me pilla por sorpresa. Después de pensarlo durante un minuto y pasar por mi cabeza grandes fiestas, orgias, mansiones repletas de oro y demás banalidades he respondido sinceramente: Compraría todas las acciones de esta empresa y me despediría a mi mismo para cobrar el finiquito y poder dedicarme tranquilamente a terminar mis estudios. Claro que es normal la cara que ha puesto porque él no sabe que deseo largarme de allí y dedicarme completamente a terminar la carrera, es más, nadie lo sabe todavía y todos los días que acudo al trabajo pienso en qué podría hacer para que me despidan. He descartado dejar de ir directamente ya que me han comentado que las repercusiones pueden ser muy desfavorables hacia mi persona y por eso la primera medida a tomar es mearme todos los días en los setos que hay en la entrada. Y así lo he venido haciendo las últimas semanas pero el problema es que mis compañeros han visto con gracia el asunto y ahora todos lo hacemos allí mientras decimos ese lema de “picha española nunca mea sola”. La única esperanza que me queda es esperar a que mi jefe vuelva de vacaciones y así mis compañeros dejen de hacerlo y me quede solo en esta personal cruzada. La verdad es que todo el mundo me dice que estoy loco por querer de dejar el trabajo en esta época de crisis pero yo pienso: ¿Qué vale más el dinero o los sueños? Yo lo tengo bastante claro y mientras dependa de mí seguiré intentándolo. A sí que si ustedes me pueden ayudar con alguna sugerencia yo estaría dispuesto a escucharles e incluso a pagarles una cerveza si la cosa diera resultado. De momento voy a ir a echar la primitiva para probar un poco de suerte. Seguiré informándoles.

2 comentarios:

  1. Me incorporaba diariamente a mi puesto de trabajo con cara de amargado (la transparencia en mi rostro de mis sentimientos es uno de mis Handicad), la calidad de mi trabajo disminuía segundo a segundo, la relación con mis compañeros se deterioraba, si cabe, más rápidamente aún…

    Un día conocí el amor, por primera vez era feliz.

    Este hecho se reflejó en mi trabajo de forma positiva, mi cara irradiaba felicidad (como he dicho antes, la transparencia en mi rostro de mis sentimientos es uno de mis Handicad), mi trabajo mejoraba tanto como la relación con mis compañeros…

    Un día llegué y, tras una llamada de mi jefe, me despidieron con el finiquito intacto.

    Excalibur23

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  2. Querido anónimo, agradezco mucho tu comentario y el que compartas con nosotros tu experiencia. ¿Qué irónica es la vida veradad? Cuando empiezas a hacer tu trabajo con ganas te pasa lo que te pasa.... yo me sentiría afortunado pues aunque el trabajo terminó ahora tienes tiempo para dedicarselo a tu amada.
    Yo también encontré el amor y ahora paso los días esperando aquella maldita llamada de mi jefe. Seguiré esperando....

    Muchas gracias por leernos, un abrazo.

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