jueves, 3 de septiembre de 2009

Guarda dietro la porta

Hace ya casi un año que me enviaron, desde el Magacine Paralelo, esta imagen de un ilustrador de prestigio llamado Raúl. Me pidieron que les narrase la historia que encerraba la imagen. Ésta fue mi aportación, y la publico aquí ya que parece que se ha diluido en el mundo virtual. Forma parte de la misma revista en la que debía aparecer la entrada anterior: Literatura sonora.

Dos gin tonics. Fue ayer por la tarde. ¿Llevas fuego? Disculpe, ¿me puede acercar ese vaso vacío? Hablamos del arte como aquello que trasciende. Lo siento, no fumo. Éramos siete y estábamos borrachos. Guarda. Un Brugal cola. En la playa, fue genial. Ya te he dicho que no fumo. ¿Tienes fuego? Con dos hielos por favor. El próximo vuelo para Florencia es a las tres. Un café solo. El amanecer en Rimini fue precioso. Ahora mismo se lo traigo. No fumo y no llevo fuego. Disculpe, disculpe. El arte te hace sentir un vacío bajo los pies. Aun recuerdo cuando Miguel Poveda ganó la lámpara minera. Aquí tiene su café. El mar nos cubría hasta la cintura y las olas nos empujaban. Dietro. ¿Me puede decir la hora? Fue la policía la que nos sacó del agua. Su brugal cola. Sus gin tonics. Nunca verás a un gitano tocar unas sevillanas. Los artes de pesca nos confunden. Última llamada para el vuelo de Berlín. Perdone, me puede mostrar su pasaporte. Ni fuego ni pasaporte, ya está bien la broma. Y los Piñana tocando hicieron que todo cambiara a nuestro alrededor. Guarda dietro. Nos pusieron las esposas, no pudimos salir corriendo. Las playas en Rimini son poco profundas. Perdone señora, su pasaporte. Son diecisiete con cincuenta. Ni pasaporte ni hostias. Aquella mañana dormimos en la playa. Embarque para el vuelo de Bergamo en la puerta siete. La porta. En los aeropuertos no se puede fumar. La cafetería cierra a las siete. Puñetazo en la mesa. ¡¡¡No me toqueis más los cojones!!! Ruido de vasos. La porta. Y nos despertamos a las tres. ¿Qué está pasando? La porta. No lo sé. Perdone camarero. Son siete con treinta. Dos sillas que caen al suelo. ¿Qué ocurre? Dos cuerpos que huyen. La zona de embarque no tiene salida. Cristales rotos. Carreras entre las mesas. Guarda dietro la porta.

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