viernes, 28 de agosto de 2009

El piso fantasma: primer aviso

Hoy me he dado cuenta de que no existo. Vivo en un piso de estudiantes en el que no tengo contrato y no puedo dejar rastro a la hora de pagarle al casero porque yo no existo, en el piso no está viviendo nadie y cuando hay alguna fiesta en casa nadie viene a llamarnos la atención: en alguna ocasión se han escuchado golpes contra el suelo de nuestro piso (el piso deshabitado) pero, lógicamente, no han obtenido respuesta; otras veces ha llegado la policía (lo sé porque alguien ha utilizado la mirilla de la puerta para comprobarlo) y no ha contestado nadie. Hemos salido sin hacer ruido y ni los propios compañeros se han dado cuenta. Así es un piso de estudiantes, casi virtual, o podría decir que totalmente virtual porque más que un piso somos una IP dinámica, antes no lo sabía pero lo he tenido que aprender para poder ver las películas en el cinetube y que no me salte la señal de 72 minutos y quedarme con la película a medias. Debemos ser cuatro o cinco ordenadores conectados al router con IP dinámica que quedamos para cenar por el Messenger: yo voy a cenar ensalada, yo sopa, yo no lo sé pero me fumaré un cigarro, silencio, silencio; dos deben de haber salido.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado, yo vivo en un piso de estudiantes y a veces me siento demasiado sola.
    Enorabuena, sigue así.

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  2. muchas gracias por el comentario. Como dices, lo que parece un piso de estudiantes se puede llegar a convertir una pensión. ¿Dónde quedan esos interminables cafés mientras arreglabamos el mundo?

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