martes, 13 de octubre de 2009

A la de tres: Una, dos y...

A la de tres: Una, dos y....no puedo... ¿Y si ella viniera, si decidiera venir precisamente ahora, en este momento?... será mejor que no piense en eso, además sé de sobra que no va a venir, que ya no le importo. Esta vez sí, a la de tres: una, dos y...¿me estaré precipitando? Aunque en el fondo se trata de eso, de precipitarme, dejarme caer y ya está. No pensaré, ahora no puedo hacerlo, ahora ya no hay tiempo para echarse atrás si lo pienso demasiado no lo conseguiré. Uno, dos y... ¿Me dolerá? Creo que sí aunque todo depende, es cuestión de suerte ¿Por qué será tan áspera? ¿Por qué me lo pienso tanto? ¿Por qué este miedo ahora, precisamente ahora? Antes lo tenía muy claro, demasiado claro, tan claro como para ir a la ferretería y comprar tres metros de cuerda, tan seguro como para hacer el nudo y atarlo a mi cuello, tan seguro como para subirme a la silla. Venga, a la de tres: Una, dos y... no puedo, definitivamente no puedo hacerlo. Será mejor que me deje de tanta gilipollez, ahora me pondré el pijama y veré un par de películas, sí, eso siempre me anima. Tengo tiempo, todo el tiempo del mundo para ver películas y hacer lo que quiera. ¡Mierda, la silla! Agggggg.

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