viernes, 15 de enero de 2010

Quisque de nuevo en la calle

Quisque viste traje de chaqueta, un tutto que llaman allí, corbata fina y zapatos. Al salir a la vía del’Inferno, el sol está alto, es mediodía y la gente ha hecho el descanso para comer. Hacía mucho tiempo que Quisque no pisaba la calle. La última vez la barba le daba un aspecto miserable. Ahora podría comer en cualquier restaurante de la ciudad. Catherina ha hecho su trabajo. Ahora Quisque forma parte de la Organización.

La librería Feltrinelli es de nuevo su destino. Quisque no necesita preguntar, camina bajo los pórticos de vía Zamboni. Se dirige hacia las dos torres, dejando atrás los grandes edificios de la Universidad. Mira el tráfico de personas, motocicletas y coches que se confunden. Corren a la búsqueda de un plato de pasta. Quisque no se ha acostumbrado a comer tan temprano. Al entrar, la librería está casi desierta, Quisque ensaya sus palabras: Me envía la Organización. Las ha repetido tantas veces y con tantos tonos de voz distintos que ya no sabe cuál es su significado. Las pronuncia en un susurro, pero las dos personas que están a su lado parecen escucharlas y se marchan del establecimiento.

Quisque recorre las estanterías. No entiende nada. No conoce a ninguno de los escritores. Se sorprende al comprobar que todas las obras están escritas en un idioma extraño: italiano. Nunca antes había visto tantos libros en italiano juntos. Nunca había pensado que aquello fuese posible. En la ciudad, la Fnac tenía una sección de literatura extranjera, pero los idiomas se mezclaban y había menos oferta. En esta librería no hay libros en castellano. Al acercarse al mostrador de Informazione, Quisque dice sus palabras. La chica palidece. ¿Se encuentra bien? La chica no responde. Coge el teléfono que tiene cerca y susurra unas palabras que Quisque no escucha. ¿Tienen algo de Vicente Luis Mora? La chica comienza a buscar en la base de datos. Puoi aspettare un attimo?, y sale corriendo de la librería que queda completamente vacía.

6 comentarios:

  1. Ua... vaya lío. La librería vacía y Quisque esperando, la otra que desaparece y ya la veo yo regresando acompañada. No tengo todavía claro de quién será el acompañante o los acompañantes.

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  2. Bueno, pero el chico ya ha comido, se ha duchado y cambiado de ropa y "tiene trabajo"...

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  3. Toma ya, un Quisque encorbatado, el acabóse. Y de una Organización misteriosa. Ya veremos cómo acaba todo esto, porque con la obsesión por VLM...

    So pena de equivocarme, como el otro día, no quiero terminar sin apuntaros dos cosicas, de esas mecanográficas sin importancia y que el lector suple con los ojos: 1ª) En el segundo párrafo, ¿no sería "tonos de voz" en vez de "todos de voz?. Y la 2ª) Al final, "la chica comienza buscar" o "comienza a buscar".

    Vosotros mismos, que en esta casa todo es posible, libre y suelto como un pájaro, hasta el lenguaje. Y ahí reside vuestro encanto.

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  4. Ramón, es verdad, la cosa se está liando y puedo asegurar que no es culpa de Quisque. Es esta vida que nos pone en circunstancias que no controlamos. ¿Quién vendrá acompañando a la chica? pues te podría decir que el encargado de la librería, el propietario, la policía, que sólo ha ido a por el libro de VLM, que era su hora de comer, que se ha asustado por algo que ha visto u oído. La vida, con todas sus opciones. Todo es cuestión de esperar.
    Gracias por vuestra atención y perseverancia en la lectura.
    Salud. Personaje veintidos.

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  5. Mariajesús. Quisque está feliz, triste, un poco ansioso, no tiene hambre y, a su pesar, lleva un traje. ¿Qué cosas? Quisque con traje. Algo ha ocurrido en el piso que Quisque no se atreve a revelar. Siente vergüenza. Pero eso es otra historia.
    Salud y dejemos que comience a "trabajar"

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  6. Isabel, detective de las palabras, en esta ocasión llevas toda la razón. No me gusta cometer errores de este tipo pero los exámenes me tiene frito o desconcertado o desconcentrado. Vaya, escribo esto y realizo los cambios.

    Como le decía a Mariajesus, sí, una sorpresa el Quisque encorbatado. Si se atreve, algún día sabremos el motivo.

    En cuanto a VLM, no es una obsesión, es una realidad que se ha encontrado: primero fue la casualidad del avión, después la de la librería y cuando uno conoce a alguien, en ocasiones, le apetece investigarlo. ¿Acaso no ocurriría lo mismo con otro autor: García Montalvo o Espinosa? ¿No leeríamos, por ejemplo, Primavera en viaje hacia el invierno o Escuela de mandarines? Quisque es de ese tipo de personas. Así que es el azar el que le ha puesto a la persona delante, teoría del caos en plan quisqueano.

    Salud Isabel y gracias por todo.
    Quisque

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