viernes, 6 de mayo de 2011

EL BIBLIORFANATO: Raúl del Pozo

Dicen que no valgo para nada, pero eso es mentira, al menos soy un mal ejemplo. Más o menos éstas fueron las palabras que me dijo Óscar, y ahora que dejo sobre la estantería el libro de Raúl del Pozo “Noche de tahúres”, me han venido a la memoria.



A Raúl lo recogí de la miseria en El Rastrell. Allí agonizaba, entre el polvo, junto a Marvin Harris o Paco Ignacio Taibo II. Qué extrañas compañías se hacen en estos lugares. Me los llevé todos a casa, además de la calderilla que me dieron del billete de diez euros.

Noche de tahúres” me atrajo por su temática. Hojeé el libro antes de sumarlo a la compra y era un repaso a los personajes de la noche, del juego y las relaciones extrañas que se crean entre ellos. La historia es sencilla: reconstruir la partida en la que despluman a un jugador y las horas en torno a su muerte. Para ello utiliza un recurso sencillo: dos policías, uno versado en estos ambientes y un joven inexperto. No era novedoso pero sí interesante. Pues eso, que me llevé el libro. Y mientras lo leía surgieron todos los lados negativos: la trama era difícil de seguir, se pasaba de un personaje a otro de modo brusco y sin avisar al lector ni siquiera con un doble espacio; hacía alarde de una jerga del juego que impedía que comprendiese frases completas o que me obligaban a volver a la página en que la había utilizado por primera vez. Vaya, que el libro obligaba a leerlo con una libreta al lado para hacer un vocabulario, una lista de personajes que no estaban del todo diferenciados y para saber los movimientos de los policías, que por cierto, no descansan ni un solo día de la semana y tampoco tienen más caso que el que tienen entre manos. Todo un lujo para los tiempos que corren.


En definitiva, que la novela de Raúl del Pozo se queda ahí, en un manual de errores que habría que evitar. Interesante sí, pero habría que reescribirla. Y lo mejor de todo es que sales de ella pensando que has aprendido muchas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario