miércoles, 23 de junio de 2010

Lo que un día me dijo mi padre

Hoy mi padre llegó a casa con su nueva peluca. Entró en la cocina mientras mi madre bajaba el fuego a las sardinas y yo terminaba de poner la mesa. Mi padre se quedó bajo el marco de la puerta con su nueva peluca. Era una peluca de pelo lacio, morena, una peluca que cubría su calva por completo terminando en un gracioso flequillo sobre la frente. En el momento que entró pareció como si el tiempo se detuviera, como si todo quedara en suspensión, a oscuras, como si el mundo dejara de girar y los rayos de sol se centraran todos en la nueva peluca de mi padre. Todo eso ocurrió mientras mi padre nos miraba desde el marco de la puerta. Serio. Con las manos en los bolsillos. Entonces mi madre lanzó un grito y yo no pude evitar reírme. Mi padre, ante los gritos de mi madre, frente a mi risa histérica, comenzó a ruborizarse y arrancándose la peluca de la cabeza liberó su calva que ahora relucía repleta de pelusilla negra. Se dio la vuelta dispuesto a marcharse pero antes de hacerlo me lanzó la peluca a la cara increpando aquello que yo comprobaría más tarde: La calvicie es hereditaria. Se marchó dando un portazo.

14 comentarios:

  1. Lo importante va por dentro no? jajaj, divertida historia, cada uno es como es... mejor así
    un abrazo

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  2. Pues, mira, Fumador, a mí nunca me gustaron los calvos hasta que conocí al calvorota que comparte mis días y, desde entonces, le veo su sexy a los sin pelo.
    Y respecto a la herencia, suele ocurrir que de padres calvos, hijos calvos, pero siempre puedes citar el refrán: "Honra merece quien a los suyos se parece".
    Besazos, amigo.

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  3. Me divertido imaginando la escena.
    ¡Muy buena!

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  4. Aún te escribo estas palabras entre risas y sonrisas. Me río o sonrío que, esta vez monta tanto, tanto monta, no por lo que dices sino por el cómo lo dices. La víctima de este sorprendente relato no es tu padre sino tú ( por eso de la herencia que no queremos heredar, y esas cosas, jeje).
    Mi enhorabuena por convertir en delicia creativa y esternillante, la cotidianidad de esta realidad condensada en segundos.
    Un abrazo.

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  5. Hola Suso. Sí, lo importante va por dentro, es verdad, ¿De qué sirve ser una melenuda belleza si luego por dentro se está podrido? Gracias por tus palabras y tu risa.
    Un fuerte abrazo.
    Fumador

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  6. Isabel, conozco yo a ese calvo del que me hablas, lo conocí hace tiempo y me pareció una grandísima persona. Y las herencias...pues ¿Qué le vamos hacer amiga? unas veces son para bien y otras... de todas formas lo importante es sonreir en la vida, sonreir muy fuerte y con ganas.
    Muchas gracias por tus palabras amiga.
    Un besazo.

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  7. Gracias Madison. Ahora levanto el sombrero, muestro mi flamante calva y hago reverencia ante vos.
    Un besazo.
    Fumador

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  8. Marisa tiens toda la razón, la única victima de todo esto soy yo que sin comerlo ni beberlo me veo afectado por un mal familiar. De todos modos me alegra porque dicen que los calvos...jeje.
    Muchas gracias por tus amables palabras, de verdad y gracias también por tu risa.
    Un abrazo fuerte.
    Fumador

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  9. Así que ya sabes lo que vale un peine. Tú, aprendiste tu lección... Y tu padre (con tu risa) también la suya...(Que un hijo quiere a su padre aunque este calvo -suena cursi pero da igual). y se ahorro de que cualquier otro día se le cayera la peluca en la sopa.
    Gracias por este regalo. Barbudo Wayne
    P.D.
    Lo mejor para la calvicie es el sombrero de John Wayne
    P.P.D.
    Un saludo para tu compañero Perich y dale las gracias por visitar mi blog y ser tan generoso.

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  10. Muy graciosa la entrada. Yo también arrastro esa herencia. Ya sabes, en lugar de dejarnos millones en el banco, nos dejarán eso que es más personal e intransferible que las tarjetas de crédito. Yo llevaré a mi padre y a mi abuelo dentro permanentemente cuando empiece a quedarme calvo. Y será verdad eso que dicen... jeje

    Un abrazo, camarada.

    Jorge Andreu

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  11. Jesus, ha sido una lección clara, tanto para mi padre como para mi, jeje. Pero como dices, con pelo o sin pelo, el amor a un padre...jeje.
    Gracias por tus palabras y me apunto lo del sombrero, que ahora, con este calor, a parte de ocultar mi calvicie me dará sombra entre los almendros. Jaja.
    Un abrazo y ya le transmito yo al Perich tus palabras.
    Otro abrazo pijo, jeje.

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  12. Jorge, y me pregunto yo ¿Por qué no además de la calvicie nos dejan también en herencia la peluca? seria gracioso, la peluca generacional...jaja. Gracias por tus palabras camarada, inclino la cabeza y toco con mi futura calva tu futura calva. Ahora somos hermanos de calvicie. Jeje.
    Un abrazo amigo.
    Fumador.

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  13. Je, je, je... No debiste reirte de ese modo de tu padre, el pobre, tan contento y orgulloso de su nuevo look... Qué cruel.
    Un abrazo.

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  14. Jaja, la verdad Mercedes es que me lo merecía, jaja, por reirme. Jeje. Gracias por tus palabras.
    Un abrazo.
    Fumador

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