sábado, 22 de enero de 2011

Ahora en suite101.net

Saul Ivars se hace eco del libro de relatos que los que suscriben han dado a luz. Estamos felices, felices.

Agotada la primera edición

A pesar del poco tiempo que los 200 gramos de literatura llevan en el mercado, la exitosa obra ya ha agotado la primera edición, y en breve estará lista la nueva. De momento, el libro ha llegado a la prestigiosa librería Diego Marín de Murcia, a la Librería Caballero de Mula y la Librería Gómez en Bullas. No obstante, la próxima edición irá más allá de las fronteras regionales y llegará al resto de España. Está prevista su distribución a los dos grandes centros culturales del Estado (Barcelona y Madrid) y también a León.

La idea del libro, que en realidad pesa un poco más de los 200 gramos que describe su título, ha tardado dos años en concretarse ya que cuando surgió la propuesta, en la Nochevieja de 2008, García y Pérez no se atrevieron a continuar con el proyecto. Ha sido en estos dos últimos años en los que han participado, y continúan haciéndolo, en su blog Culturajos, donde se ha forjado la creación de la obra y lo que les ha dado fuerzas para llevar a cabo su idea.

lunes, 17 de enero de 2011

Reseña de 200 gramos de literatura

Nuestros vecinos de Colectivo Iletrados han comentado en su blog el libro de los aquí presentes: lean la reseña

jueves, 13 de enero de 2011

Instrucciones para preparar un bebe


En primer lugar crear un ambiente propicio para la mezcla de ingredientes. Se recomienda una temperatura próxima a los 23ºC, una luz tenue (puede ayudarse con el uso de velas aromáticas) y una música relajada (véase listado de cantautores italianos). Júntese en el espacio creado unos 80 kilogramos de solomillo de macho y unos 60 kilogramos de pechuga de hembra, se recomienda, para evitar un prematuro endurecimiento de la carne, regar a los catetos con buen tintorro añejo y una ración de ostras y mariscos (evítense sucedáneos). Después úsese fresas y natas con el fin de endulcorar la carne. Se recomienda que llegado a este punto cese el riego de tintorro para evitar la perdida de vitaminas de alguno de los ingredientes. Después coloque la pechuga en una superficie firme pero confortable y aplíquele delicadamente pequeños masajes con el solomillo. Podrá comprobar como los tendones de la pechuga se relajan y empiezan a soltar jugo mientras que el solomillo experimentara un ligero endurecimiento. Luego mezclar todo en un colchón (evítese látex o viscoelástica) y agitar, primero suavemente, después aumentar la periodicidad de las sacudidas. Se recomienda detenerse unos segundos cada cinco minutos para evitar que el solomillo derrame su jugo antes de lo debido. Durante la agitación experimentará una ligera tensión de los ingredientes, seguir hasta que estos vuelvan a quedar flácidos. En el 99% de los casos el solomillo quedará relajado en exceso, se recomienda desecharlo antes de que vuelva a endurecerse. Dejar la pechuga en reposo durante nueve meses a una temperatura óptima de 35ºC y tras la espera retire su bebe. Se recomienda servir en pañales limpios.

¡Buen provecho!

lunes, 10 de enero de 2011

El sueño de una noche de barra

Os dejamos la reseña que nuestro gran amigo y futuro periodista Antonio Fernandez, ha escrito del día 28 de Diciembre tras la presentación de "200 gramos de literatura" en Bullas. Muchas gracias amigo:

Fue en la gélida tarde noche del 28 de diciembre de 2010, cuando el salón de actos de la Casa de la Cultura de Bullas estaba inundado por un ambiente que mezclaba la quietud con una sensación expectante por la anunciada presentación del libro “200 gramos de literatura”. Pero algo inusual flotaba en el ambiente. Era como una curiosidad que presagiaba que ese acto permitiría escaparse de una mera y habitual presentación de libro.
Inesperadamente el aforo estaba abarrotado y esto sorprendió gratamente a los dos escritores del libro, Pedro García y Antonio Pérez, que agradecían la asistencia de tanto público.
La luz comenzaba a desvanecerse al tiempo que lo hacía el susurro de los asistentes, y la oscuridad se cernía sobre la sala. El acto estaba apunto de comenzar, y, qué mejor modo de abrirlo que con un cortometraje en el que se reflejaban imágenes relacionadas con frases del libro que declamaba una voz en off.
Tras el deleite visual, llegaba ahora el musical. El grupo de Bujazz, cuyo nombre fusiona el pueblo de sus miembros, Bullas, y su especialidad musical: el jazz, ofrecieron unas cuantas piezas musicales que cautivaron a un público cada vez más sorprendido por el discurrir de los actos.
Una vez el ambiente preparado artísticamente, Paco Espín, también escritor y gran íntimo de los dos autores del libro, agradeció el estar presentando a sus amigos para ese acto que tan importante era para ellos y también para él, porque aseguró que el libro era un proyecto culmen de todas los momentos literarios que habían vivido juntos: los recitales de poesía y relatos, y las tantas tertulias en la barra del Polígono 14 que gustaban acompañar con un buen whiskey y cigarrillo en mano.
Tras el discurso de Paco, hablarían ahora los autores del libro, comenzando Pedro García con una confesión directa y sin tapujos ante todos: <>. Pedro García pese a tener ya una considerable edad para discernir su vocación, dijo que deseaba la escritura porque se veía la vida de otra manera, desde una perspectiva diferente a la de los demás. No quería ver la vida desde el punto de vista científico de la sociedad, sino que realmente deseaba adentrarse de lleno en el maravilloso mundo de la literatura.
Siguió su intervención con una interesante trayectoria hasta la edición del libro, empezando por la Nochevieja de 2008 cuando él y Antonio Pérez pensaron en la perfecta idea de escribir un libro juntos mientras bebían en la barra del Polígono 14, lugar que frecuentan ambos escritores; pasando por los susodichos recitales de poesía y relatos de los que Pedro resaltó su admiración ante la cultura que se estaba desarrollando en su pueblo natal de Bullas, entorno a la música, la literatura y el cine. Poco después veían la idea de un libro como algo quizás dificultoso y decidieron primeramente crear juntos un blog para publicar algunos de sus escritos, y cuando Culturajos, el nombre del blog, recibía numerosísimas visitas, decidieron retomar de nuevo la idea del libro hasta que casi dos años después consiguieron tener en sus propias manos esos “200 gramos de literatura”.
Dando fin a su discurso, Pedro García expresaba que el mundo de la literatura estaba poblado por la envidia y por ello, quiso exaltar a su coautor Antonio Pérez, por esa gran humildad y el gusto de trabar con él en proyectos como era el de crear un libro.
Tras un caluroso aplauso, le pasaban el micrófono a Antonio Pérez que comenzaba su intervención agradeciendo la numerosa asistencia y la colaboración de todos los que amenizaban el acto, porque se sentía abrazado por todos, ‘me siento abrazado’, expresaba Antonio emocionado.
<< ¿Por qué la gente escribe?, ¿cuál es el motivo que les lleva a escribir?>>, así iniciaba Antonio su discurso. Inventar realidades, escapar de días vacíos y del dolor, el amor, la libertad, cazar palabras, la vuelta al pasado…fueron algunos de los motivos que Antonio fue recopilando de escritores y que explicaba uno a uno. Así pues, Antonio nos explicó también que la literatura era una forma de liberación y que, sin duda, aquel que escribe se libera. De igual modo nos recordó que escribir a veces puede convertirse en una entrañable vuelta al pasado, a la infancia y ejecutarla al modo que uno desee. <>, finalizaba Antonio su emotivo discurso.
Una vez esto, los escritores se disponían para leer unos pocos párrafos de alguno de esos quince fabulosos relatos. Marcos García, primo e íntimo de Antonio Pérez y amigo de Pedro García, los acompañó con la apacible música de su piano. Y tras las breves lecturas, el grupo acústico que siempre amenizaba los recitales de poesía y relatos, amenizaría ahora el acto, aunque con la formalidad que éste exigía. Pero pese a ello, y como si se tratase de otro recial más, hubo risas y situaciones típicas de aquellos encuentros literarios tan necesarios para ellos.
Para dar punto y final, de nuevo la banda de Bujazz tocaría una última pieza que ambientaba el cierre con esa aurea de años 20 que ofrecía el jazz. Tras esto, los autores firmaban libros sin descanso y hubo un pequeño piscolabis bañando con buen vino.
El sueño ya se había cumplido. Ya formaba parte de la realidad y, por tanto, tocaba de nuevo soñar por la literatura y para la literatura, que se merece escritores como Pedro García y Antonio Pérez para que sigan haciéndole el amor a la escritura y nos dejen más de 200 gramos de literatura.
Antonio Fernandez.