martes, 6 de julio de 2010

Mario Cuenca y el apocalipsis modo Pang

Reconozco mi ignorancia, aunque muchos se empeñen en reducirla, como es el caso de Javier Moreno. Debo confesar que no conocía a Mario Cuenca, que su nombre me sonaba como otro escritor joven más, y que hoy, mientras esperaba a que el horno transformase un trozo de salmón, me he decidido a leer algo suyo y cómo lo he disfrutado. Me he reído, me he asustado un poco, me he vuelto a reír, y al final he terminado el relato con gran satisfacción, con intención y necesidad de iniciar otro. Esto, reconozco que no es algo habitual en la lectura de relatos, al menos en la mía.


He terminado de leer un relato apocalíptico basado en un videojuego sencillo, como el Pang, como la vida misma. Lo he encontrado en la página de Literaturas.com, en una recopilación de “30 cuentistas sudamericanos” que ha realizado Claudia Apablaza y aquí os dejo el enlace.

Me ha gustado de Mario Cuenca su frescura, la narración cómoda y esa forma de huir de los dantescos mitos culturales para referirse a un Apocalipsis actual. Me ha encantado dejar atrás las lenguas de fuego y las trompetas para dar paso a las esferas de colores y sus rebotes. Me ha gustado ser parte de esta cultura de veinticinco pesetas, en la sala de juegos de mi pueblo, en la que acababan de quitar las mesas de pimpón para hacer sitio a los comecocos, al Street Fighter o al Tetris. Ay, la vida como un Pang o como un Tetris.


Yo voy a buscar más de este Mario Cuenca. Ahora me meteré en su blog, a ver qué encuentro por ahí.