martes, 12 de enero de 2010

Quisque en Transilvania

Quisque lleva la ropa sucia, barba de muchos días, el pelo grasiento y VLM un libro bajo la manga de su camisa: Il sogno Della Nocilla. Quisque camina un paso por detrás o quizá sea VLM el que camine un paso por delante. La vía Zamboni se pierde al fondo y se estrecha. No es una ciudad al tamaño de los coches, piensa Quisque. El carril bici se difumina entre los adoquines. Sin embargo, VLM y él caminan bajo palio. La calle está cubierta, a ambos lados, de pórticos continuos e infinitos. Parece que los edificios les quisieran abrazar, engullir. Es una ciudad preciosa, un pasadizo a la Edad Media, dice VLM. Quisque asiente con la cabeza. Se siente intimidado. La sombra, la piedra y la noche comienzan a oprimirle cuando la calle se abre en una plaza, a la izquierda. VLM sigue caminando. Transilvania. El lugar es oscuro, con candelabros, y VLM se introduce en él.



Las mesas de madera, largas, compartidas, están llenas de gente. Todos comen en platos de plástico y beben grandes jarras de cerveza. Quisque traga saliva. En ese momento es él quien está más acorde con el escenario. VLM deslumbra con su camisa y su libro bajo el brazo. Este pasadizo nos lleva a las películas de serie B, vampiros, ataúdes y cera derretida. ¿Qué prefieres: vino o cerveza? Quisque no sabe que pedir. No te preocupes, invito. Se dirigen hacia una gran mesa redonda. Quisque deja su chaqueta, VLM su bolso. El libro lo mantiene bajo el brazo. Y vuelven a la entrada.



Sobre la barra se extienden los platos de pasta, pizza, patatas. Al menos diez especialidades expuestas a los clientes. En una mesa anexa, los platos y tenedores de plástico. Piden dos jarras de cerveza de más de medio litro. VLM paga. Puedes comer lo que quieras, le dice, y Quisque devora, primero con vergüenza, después desbocado, raciones inmensas de aquellos platos. ¿Tenías hambre? Quisque asiente, satisfecho. VLM no ha probado nada de aquella comida. Ya comeré más tarde, esto es sólo el aperitivo. Pero Quisque apenas puede respirar y se estira sobre el banco de madera. VLM sonríe y se marcha. Hay que conocer las ciudades desde abajo. Quisque sonríe y lo ve marcharse, como Drácula hacia una cita con la vida. Derrotado por la comida y el vinagre, Quisque se entretiene mirando los cuadros.

8 comentarios:

  1. Saciado ha quedado Quisque, ¡qué alivio! Estaba por mandarle unas salchichas, porque hace un rato lo vi hambriento de veras. Pero si VLM le ha pagado ya el festín, lo dejo para otro momento de necesidad.

    Transilvania... Buen nombre para el sitio que nos muestras en la foto, con esas sillas de madera y de alto respaldo que dan pavor, con esa lámpara de múltiples brazos ideada para los suicidas moda horca.

    La foto de la calle porticada es más reconfortante. Cómo me estáis azuzando las ganas de conocer Bolonia, que conozco otras ciudades de la hermosa Italia, pero no ésta. Acabaremos en el bar de tapas, ya sabéis. Pero, por favor, que no sea el Transilvania, con tanto plástico y ese ambiente draculino.

    El texto es muy bueno y muy saludable, con esa doble lectura que nos depara Quisque y con la que tanto me sonrío.

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  2. Me gusta tu sonrisa Isabel. Me gusta que veas las capas de esta cebolla boloñesa. No sabría el género literario al que debería de asociarse, pero sí sé que me gusta, que lo paso muy bien, junto a estos personajes que viven en mi casa y que duermen bajo sus muebles.
    Coño, que me he equivocado de personaje. Si yo no salía en la historia hasta el capítulo 324. Mierda! ya estoy revelando secretos.
    Bueno, me callo, que si no la voy a liar.
    Salud.
    Personaje treintayseis

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  3. Qué restaurante y qué frasecica: "caminan bajo palio" Eres bueno, Quisque. ¿Por qué no se me ocurrirán a mí estas metáforas? Un saludo.

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  4. Gracias Thornton. Tus palabras empujan a seguir, ayudan, y me hacen sentir muy orgulloso.
    Quisque es feliz en su aventura. Sólo espera que disfruteis con él.
    Salud.

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  5. Bajo palio también se camina en Santiago de Compostela...Hay que venir, es año santo...y para chicos como QUISQUE hay posadas gratuítas...y el camino sana el cuerpo y el alma...y, viniendo desde Bolonia, sana también la cartera...

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  6. Quisque toma nota. Santiago, posada gratis, buen precio. Espero que me guíes durante esa visita, como una santa Providencia.
    Salud, Mariajesús.
    Gran tierra la tuya

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  7. Iremos a Bolonia: decidido. Veré a Quisque, conoceré mejor sus peripecias y entraré a mirar cuadros, qué alucinante, en este restaurante sorprendente. ¿De cuándo es la foto?

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  8. Quisque también ha decidido: irá a Barcelona en Febrero y espera verte por allí.
    La foto está en el sitio web de la cafetería, sala de conciertos. Es un lugar tremendo. Te invito si nos vemos por allí.
    Salud Eastriver.
    Quisque

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